Esta idea nace de emprendedores venezolanos que llegamos a finales de 2019 a Uruguay, quienes para mediados del 2020, justo en pandemia, nos dimos cuenta de que no habia en el mercado nacional natilla venezolana, sour cream o cremas agrias; y que solo se conseguían untables lácteos a base de queso con gran cantidad de aditivos y conservantes, es por esto que tomamos la decisión de hacer pruebas con las cremas agrias para ver la viabilidad de este producto en donde su diferenciador es que se elabora con crema de leche fermentada.

En un principio intentamos elaborar la crema agria con las técnicas tradicionales que se utilizaban en Venezuela pero no tuvimos los resultados esperados y decidimos investigar las causas de lo que sucedía; desarrollando distintos procesos de elaboración. Luego de varios meses de pruebas logramos identificar que el clima y el origen de los ingredientes al ser distintos a los de nuestra región, afectaban el producto y no permitían recrear esos sabores únicos y tan tradicionales de nuestra tierra. Buscamos apoyo con especialistas en lácteos de Venezuela y de Uruguay, analizamos distintos factores, hicimos muchas pruebas y luego de varios meses pudimos llegar al resultado que hoy en día es nuestra crema agria landina.

Luego de varios meses ofreciendo nuestras cremas con amigos y conocidos, comenzamos a ofrecerlas a más personas las cuales nos han brindado su apoyo y de donde viendo los usos que les daban a los productos, comenzamos a notar que existían otros posibles consumidores a los que podíamos llegar y es en este momento para julio 2021 cuando decidimos dar a conocer otros dos sabores de cremas agrias que son de panceta y de ananá; logrando con esto completar nuestra línea de natas, las cuales son las que ofrecemos al día de hoy y que han gustado bastante, generando asi una posibilidad interesante de poder llegar a consumidores uruguayos con este valor agregado.

En diciembre del 2021 participamos en un llamado para poder producir en un espacio colectivo de la intendencia de Montevideo, que cuenta con todos los permisos necesarios para poder realizar la elaboración y comercialización de alimentos cumpliendo con los requisitos de ley y los cuidados al consumidor; donde para abril del 2022 nos informaron que habíamos sido seleccionados para ser parte de la cocina en la sede de CEDEL Carrasco, donde actualmente seguimos realizando la producción de nuestras cremas agrias y en la que luego de varios meses, intentando que nuestros procesos y tipo de productos al ser innovadores y no estar contemplados en normativas nacionales fuesen autorizados; pudimos obtener nuestra habilitación bromatológica para poder llegar a más personas y hogares a nivel de Montevideo y ¿por qué no? Uruguay.